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BMW se niega a cumplir la Ley de Consumo y las sentencias del Tribunal Constitucional

La Ley obliga a editar los manuales de instrucciones también en catalán, del mismo modo que hasta ahora ya eran obligatorios en castellano 

La Plataforma per la Llengua denuncia a la marca automovilística ante la Agència Catalana de Consum

Los coches de la marca BMW se seguirán distribuyendo fuera de la legalidad vigente, sin los manuales de instrucciones en catalán, tal como debería ser según la Ley de Consumo catalana. Así lo ha comunicado la multinacional alemana a la Plataforma per la Llengua, asegurando que tiene la sede social en Madrid y que esto la exime de cumplir la normativa catalana, dando a entender que la responsabilidad recae sobre los concesionarios de Catalunya. Pero desde la Plataforma per la Llengua se ha hecho saber a la marca que esto no es así.

La Ley del Código de Consumo especifica que aquello importante es dónde se distribuye, no dónde se encuentra la razón social o de dónde es la empresa, incluso aunque sea de fuera del Estado español. Del mismo modo, explicita que el responsable de los manuales es la empresa que figura en la identificación del producto, en este caso BMW, y no los establecimientos o concesionarios donde se venden. Una sentencia del Tribunal Constitucional (TC 7/2018) de este enero abala la normativa y establece que el cumplimiento de la ley catalana afecta a todos los operadores que actúan en Catalunya, independientemente de su procedencia. Aunque la ley es de 2010, las empresas del mundo automovilístico han esperado a que esta obligación fuera abalada por el Tribunal Constitucional para empezar a adaptarse. De momento, todos los vehículos distribuidos en establecimientos de Catalunya deben disponer de los manuales de instrucciones y garantías en catalán y castellano y en el mismo formato.

En virtud de las prácticas ilegales de BMW, la Plataforma per la Llengua ha tramitado una denuncia a la Agència Catalana de Consum, quien ya ha comunicado a la entidad que se ha iniciado el expediente de diligencias previas y que, por lo tanto, "se iniciarán las actuaciones necesarias para aclarar los hechos y, en caso de que se compruebe la existencia de infracción administrativa en materia de consumo, se tomarán las medidas correctoras oportunas para defender los intereses generales de las personas consumidoras y usuarias".

Se niega a usar el catalán "por razones económicas", pero utiliza lenguas de mercados más pequeños
BMW, en la respuesta enviada a la Plataforma per la Llengua, asegura que la entidad tiene que "comprender que el uso de lenguas cooficiales de España supondría un incremente tanto de los costes como de los procesos internos de gestión, contrario no sólo al principio de simplificación de procesos que sigue el Grupo BMW, sino a toda lógica económica en los tiempos actuales, marcados por la contención del gasto". Este menosprecio a la normativa y a los consumidores de habla catalana por supuestos motivos económicos contrasta con el uso que BMW hace de otras lenguas europeas menos habladas y de mercados claramente más pequeños.

El catalán es la 14ª lengua más hablada de la Unión Europea, por delante del danés, el finés, el letón o el esloveno, lenguas que BMW sí que utiliza. Además, las ventas de vehículos de todas las marcas en los territorios donde el catalán es oficial hacen que éste sea el 10º mercado más importante de la Unión Europea. En el año 2017, allí donde el catalán es oficial se vendieron 364.334 vehículos no comerciales: más que en Suiza (320.000) o Dinamarca (230.000), y muchos más que en los mercados de lengua eslovena (70.000), búlgara (30.000) o letona (15.000), por ejemplo. Pero BMW utiliza estas lenguas sin problemas y asume sus costes derivados sin problema alguno.

El web y el sistema multimedia, tampoco en catalán
No obstante, BMW también se niega a adaptar el web y el sistema multimedia del coche al catalán: "Es criterio establecido por el Grupo BMW que las comunicaciones realizadas mediante cualquier sistema integrado en el vehículo se haga en la lengua oficial que sea común a todos los habitantes del país respectivo, con independencia del territorio donde residen." Pero en la práctica no es así, según denuncia la Plataforma per la Llengua. BMW utiliza lenguas no oficiales ni comunes en algunos países donde actúa. Por ejemplo, en Ucrania utiliza también el ruso, en Bélgica el neerlandés, aunque la única lengua oficial que se enseña en todas las escuelas es el francés, y en Canadá usa el francés, a pesar de ser la lengua exclusiva de Quebec. Por contra, en Andorra, donde el catalán es la única lengua oficial común, tampoco lo utiliza.

A diferencia de BMW, otras empresas comienzan a adaptarse al mercado catalán
BMW no sigue la tendencia de otras empresas del sector que ya han comunicado a la Plataforma per la Llengua que se adaptarán a la normativa vigente. Hasta el momento, el sector de los vehículos ha estado particularmente reticente al cumplimiento de la ley y al uso del catalán en el producto más allá de la publicidad y la rotulación y los servicios de los establecimientos. Aún ahora la mayoría de webs, catálogos, navegadores y sistemas multimedia de los vehículos no están en catalán. No obstante, todo esto está cambiando, y según informaciones de la Plataforma per la Llengua diversas empresas están desarrollando las traducciones al catalán, que estarán operativas entre finales de año y principios del próximo año.

Las dos sentencias favorables a la Ley de Consumo catalana han favorecido sin duda que las empresas estén adaptando los manuales de los vehículos a la normativa que les obliga también a hacerlos en catalán. La Plataforma per la Llengua considera una buena noticia los cambios de tendencia que está mostrando el sector y los comunicará cuando estén ya a disposición del consumidor.

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